miércoles, 15 de octubre de 2008

Piel


No me puedo quitar la piel.


Aunque me gustaría a veces

arrancarla de una vez

mostrar mis entrañas

dejar expuesta al alma.



Permitir que la acaricies


prestártela


entregarla.

1 comentario:

Juan García Tapia dijo...

Buen discurso acerca del viejo tema de la necesidad del otro. Tal vez me haga seguidor de este blog. Échale un poquito más de ganas, ¿si? Sólo con eso.
Chao.