Ya me encontraste, y no puedo dejar de pensarte, las palabras que vienen y van, son mi juego favorito del día, las palabras que se dicen y la que se esconden detrás de la lengua pues no quieren ser descubiertas de esa forma tan simple, las palabras que hoy vienen a ser veneno, que son sarcasmo y son amor.
Amor, lo impredecible nos llega como un mazo en la frente, nos deja tirados como reses, y de pronto somos hierba sin raíz y sin tiempo, ineludible.
Poca es la gracia que el viento trae consigo hoy. Hoy que las nubes se forman con extrañas figuras de advenimiento y tortura, las horas que pasan abrazadas de la ausencia y el vacío.
Amor, hoy te escribo como si conociera tu rostro, como si pudiera tocar las cuerdas de tu voz lejana, como no queriendo sentir lo que siento. Soy resto de comida para los perros y no, soy carne y hueso agusanada, soy tristeza que camina a tu lado, soy tu sombra y el viento helado.
Sigo oscura e imperceptible tus pasos, sigo noche y pierdo días.
Es complicado, el amor no debe doler, no me dueles, me desgarras, me rompes, me destrozas, me dejas caer y no me dueles. Amor, el amor no duele, el amor no hace sufrir. Las palabras que vienen y van, no son un juego, son escarnio para políticos sentimientos. Amor la alas y saber volar no sirven cuando no hay lugar seguro al cual volar.
Hemos mentido y nos hemos engañado al decir, no decir, al hacer y no hacer. No hay más promesas ahora que las palabras son sólo ecos que poco a poco se iran desvaneciendo.
Ya me encontraste y no queda más que hacer que mirar desde afuera de la esfera, sin dejar de pensarte, sin dejar de sentirte.
Ya no hay remedio para lo que se dijo ayer, de ahí viene mi tregua, que no es más que la eternidad en la sombra, las noches sin estrellas y sin luna, el silencio mudo, y la palpitación en off, el amor, Amor, queda suspendido en paralelos perdidos.
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