Esta ciudad que me llena de nostalgia, me da la mano y siempre la espalda, se niega a mis palabras, las vuelve letras sueltas, esta ciudad se me desvanece en recuerdos, en sólo coincidencias que me vuelcan el corazón y me convierten en una extraña. Caminar sobre sus calles agotar el alma, teñir el azul de un cielo al cual pretendo no mirar.Este cielo se me viene encima, sofoca mi oleaje, niega la luna, oculta el sol. Algunas veces me encierra y no me permite mover, asfixia, revienta los oídos, aprieta los ojos, me esconde al sol e ilumina mis noches, me comprime, me vuelve diminuta, este cielo que día tras día quita vida, noche tras noche ersigue el alma, me arranca las manos, esconde las hojas, quema los bolígrafos, me desarma, este cielo me empapa de rocío, mata de frío, me traga y escupe, no es turquesa, ni es del norte, no contiene oxígeno necesario, no regala vida.
Sesenta y cuatro
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Soñé que conducía una camioneta pickup a baja velocidad, que sin razón,
tal vez un semáforo en rojo, no lo recuerdo, detuve. Volteé a ver al
frente, había...
Hace 8 años
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