
...Minuto a minuto se detiene,
a cada palpitación se apaga
esa frágil criatura que esperó hasta este amanecer y la luz iluminó ese cuerpo
descubriéndola desnuda, en nuevo lugar,
fuera de sí,
tan fuera que se miró a sí misma,
yacente sin alma.
Hace tiempo que no sabe quién es.
Lloró desconsolada, sin saber qué hacer
encogida de piernas y hombros,
abrazándose a la tristeza.
Quiere dejar de negarse a la búsqueda, recoger sus pasos
volver a ese lugar, del que parece nunca se fue
sin volver inconsolable, volver por volver
creer, crecer, mirar el horizonte
sin nostalgía.
Siempre de frente
ahora no sabe quién es.
Ahora no quiero encontrarla más.
No quiero hallarla aquí, desnuda,
en este nuevo lugar, sin alma.
Extraña.